Yo no se si esto le pasará a muchas personas, pero lo que es a mi sí. Soy una autentética negada para la informática, y el caso es que me enfado conmigo misma, pero no hay tu tia. Me da miedo si anulo algo, porque no se que repercusiones tendrá. Me creo que lo que voy a borrar, o anular es algo importante. Y a veces tengo una cantidad de cosas inútiles, que me están ocupando sitio, pero que no me atrevo a mandar a la papelera. Cuando todo lo tenía en papel, yo rompía lo que no me servía, pero sin miedo.
Se que soy muy pesada, porque así me lo hacen saber mis hijos, pero es que ellos el ordenador y todo lo que conlleva, es su mundo, han nacido con este medio ya en la sociedad, y para ellos es muy normal. El problema viene cuando yo les pido ayuda, y claro está, que la quiero hoy antes que mañana. Pero claro ellos no están por la labor de hacelo lo antes posible, y ahí me teneis a mi desesperada por no saber solucionarme estos pequeños inconvenientes, que para mí son más gigantes que los molinos manchegos, eran para D. Quijote.
La verdad es que es una herramienta muy buena si la sabemos utilizar, el problema viene cuando se utiliza para fines malignos que lo único que hacen es destruir al ser humano. Como tenemos el tema de la pornografía, o las mentiras que se filtran a través de los famosos chat, con las consecuentes decepciones al conocersen.
A mi me gusta mucho conocer ciudades a través de internet, ya que materialmente me sería imposible el viajar a ellas. Me encanta saber de su cultura, de sus costumbres, de su gastronomía, etc. es decir de todo aquello que realmente enriquece a los seres humanos. Para todo ésto y muchas cosas más, es una vía muy importante. Pero sin embargo, para temas de salud, hay que tener mucho cuidado, ya que hay personas muy pendientes de sus "dolores", y el leer ciertas informaciones, no les hace ningún bien, ya que se sugestionan y les perjudica para su día a día.
Otro apartado en el que hay que tener cuidado, es en el de las compras. Nos venden cosas muy buenas, ¡Claro que si!, pero también cosas inútiles que no sirven para nada, pero como eran tan baratas, y además las traen a casa, las compramos. Igual que comprar las medicinas por internet, ¿Sabemos si realmente contienen lo que dicen?. Yo prefiero hablar con la farmaceutica, me gusta más que me atienda una persona.
Hablando de personas, también me indigno con las gasolineras. Yo quiero que me ponga la gasolina, una persona. Y no es porque me sirva ¡NO!, es que me me gusta hablar con ellas. Y que no se ahorren un sueldo los empresarios. Este es otro tema.
Mi reflexión, es que no hay que decir que NO A LOS AVANCES DE NUESTRO TIEMPO, PERO APRENDIENDO A MANEJARLOS EN NUESTRO BENEFICIO Y EN EL DE NUESTRO PRÓJIMO
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