viernes, 16 de mayo de 2014

LO QUE SEMBREMOS, RECOGEREMOS, TARDE O TEMPRANO

A lo largo de mi vida, siempre he tenido presente aquellas atenciones que han tenido conmigo. No es que fuese obligatorio el agradecerlo constantemente, pero yo siempre he creído y sigo creyendo, que es necesario tener presente esas buenas acciones.
 
He sido y sigo siendo una persona, que intento ser lo más humilde posible. Jamás ser una engreída, porque he comprobado como las personas más sencillas de corazón, son las más grandes, y son las que merece la pena su amistad.
 
Por eso no entiendo muchos comportamientos que se dan a mi alrededor. Y muy concretamente en unos de los apartados de mi vida actual, y es en las milongas, donde voy a bailar tango.
 
Desgraciadamente para mí, he llegado bastante tarde a aprender y poner en práctica esta preciosa danza. Y ¿porque digo esto?, pues muy sencillo, porque como sabemos el baile es donde el que manda es el hombre, porque es el que te invita a bailar, y claro cuando una mujer va envejeciendo, y se le va "descolgando" sus atributos, pues muy sencillo, no se molestan teniendo jovencitas a su alcance que nunca le dicen que no. Y que consten que las jóvenes no tienen culpa alguna.
 
Cuando están aprendiendo a bailar, no les importa como baile la mujer. Pero en cuanto se creen que ya saben más que los profesores, se atreven a sacarte faltas, como "que cortos tienes los pasos", y ¡claro! si encima eres bajita, que incordio.
 
Los hay que les da miedo la pista, porque también están empezando en este mundo del tango. Tu les ayudas a perder ese miedo, y al cabo de un año, si te he visto no me acuerdo. Y eso le pasa al que denominan "ojos saltones". Que solamente le gusta bailar con las jóvenes que tengan buen cuerpo, pero tanto este personaje como otros como él, no son conscientes de como tienen su "fachada". El que no tiene tripa, también le cuelgan sus "pellejos" como a nosotras. Eso si tengo que decir que son supercariñosos cuando te ven, pero ahí te quedas.
 
Y parece ser que esto viene de lejos, porque tengo amigas que han hecho lo mismo que yo, y ahora sus compañeros de clase, que se consideran con "nivel", prácticamente, ni las miran. Para eso si han engordado, apaga y vámonos.

Menciono estos dos casos, por ser los más próximos a mí, pero hay muchos más. Eso si el día que faltan mujeres en las milongas, entonces si se acuerdan de que existes.

Tenemos un milonguero en Madrid, que actualmente tiene 87 años. Es el más mayor, no se si de toda España, pero si de Madrid. Es un señor en toda la extensión de la palabra, el cual no creo que tenga en su historial, más de dos "calabazas" de algunas mujeres. Y no me quiero ni imaginar si con esa edad (yo no conozco a ninguna), si una mujer se atreviese a ir a una milonga, por supuesto que ningún varón la miraría. Es con 25 y 30 años menos que esta persona, y ya las dejan de lado. Es muy injusto y veo que no hay intención de intentar o aproximar, el que todos  seamos igualmente tratados.
 
Hay una persona que siempre me está diciendo "tu quieres arreglar el mundo y el mundo no tiene arreglo". Pues lo siento mucho yo voy a seguir luchando por poner mi granito de arena en positivo.
 
Otra cosa que ocurre muy a menudo, son lo de estos profesores jóvenes, que van por la milongas vendiendo sus cursos de folklore, tango, milonga, etc. y luego te ven y no tienen el detalle de invitarte a bailar aunque sean dos tangos. ¡Ya vale de tanta tomadura de pelo!.
 
Como no quiero hacer lo que no me gusta que me hagan, sigo invitando a bailar a hombres que están empezando, aunque ellos hagan lo mismo el día de mañana. No pienso cambiar, y el día que no baile nada, no voy y en paz.
 
Pero hoy si quiero hacer una petición a quien yo siempre le hago mis peticiones y es la siguiente: QUE  EXPERIMENTE EN SU PERSONA LOS RECHAZOS QUE ELLOS HACEN. Y ASI VERAN QUE NINGUN SER HUMANO SE MERECE ESTE TRATO.

Y nunca olvidemos que LO QUE SE SIEMBRA TARDE O TEMPRANO, SE RECOGE.

jueves, 8 de mayo de 2014

¿QUE NOS ALTERA?

Cuando yo era niña, el que llegara el buen tiempo, es decir la primavera, era síntoma de que podíamos jugar en la calle, porque en aquel tiempo no había coches que nos estropearan nuestros juegos.

Cuando fui adolescente, llegando casi a la mayoría de edad, que por cierto empezó a ser a los 18 años, ya que antes eran a los 21 años, cuando llegaba esta época, disfrutábamos paseando, o reuniéndonos en algún sitio (eso si chicas solas), estrenando nuestros vestidos. Es decir saboreábamos el buen tiempo.

Sin embargo, no se si es que este año yo me he fijado más que otros años, pero en cuanto ha salido el sol, después de un invierno bastante lluvioso, con muchos días grises, he comprobado como las personas de esa edad que yo tuve, no disfrutaban de la misma manera, que lo hacía yo. Por supuesto que se que los tiempos han cambiado, que ahora en vez de pasear, cogemos el volante, y a correr millas. Pero por favor hagámoslo de forma racional, y no de la manera en que yo lo he visto, que era como cuando los toros están encerrados en los toriles, que los animales, están desesperados por salir de ese habitáculo tan pequeño. Estos chicos, (porque en general son del sexo masculino) iban a una velocidad de vértigo. Pisando el acelerador a tope, en una distancia bastante corta, que para mi dije "pobre coche". Y luego vienen las lamentaciones de los accidentes, con personas que han perdido la vida.

En los países en los cuales el astro sol, no se deja ver demasiado, aprovechan cuando sale, a quitarse ropa para que les broncee. Aquí en nuestro país, no es así. Es como si hubiesen estado en una cueva invernando como los osos,  y de pronto se dan cuenta de que se ha terminado ese periodo y hay que salir corriendo.

Igualmente ocurre, con las personas que practican el ciclismo. Van por la carretera y no en fila de a uno, si no que van charlando en grupo de dos o tres ciclistas. Y yo que vivo en una zona en la cual los fines de semana, especialmente los domingos esto se repite mucho,  hay que tener un gran cuidado, porque aunque el código dice que deben de ir en fila, la mayoría de estos grupos no cumplen dicho código. Y que cuando sale el sol, se triplican.

Yo se que el sol, es alegría, es salud, y que hay que tomarlo, pero también se que hay que hacerlo con MODERACION en todos los sentidos. Debemos aprender a disfrutar, pero sin esa excitación que para nada es buena, solamente nos puede traer disgustos y que alguno/a lleguemos antes de tiempo AL OTRO LADO, por nuestras imprudencias.