miércoles, 20 de febrero de 2013

¿QUE ES NECESARIO PARA SER FELIZ?

Un 90% de los humanos, siempre que hablamos de ser felices, con lo primero que lo relacionamos es con tener dinero, por lo menos en la etapa que va desde los 18 años hasta casi los 50. Sin embargo cuando pasamos de esa edad, reparamos que lo más importante es la salud, después ya vamos colocando todo aquello que creemos que es necesario para ser feliz.
 
Mi experiencia me ha enseñado, que se puede ser feliz en todas las circunstancias de la vida. Porque incluso en los momentos más tristes, como puede ser la pérdida de un ser querido, se puede ser feliz si nos lo proponemos. Y se también que alguna persona que lea este texto, me dirá que no es posible, pero si lo es.
 
El llegar a experimentar felicidad en los momentos en que todo nos va bien, o creemos que nos va bien, es muy fácil. Lo difícil es sentir la felicidad en los momentos en que todo se pone en contra.
 
Para aquellas familias que hoy lo están pasando muy mal, por el momento que estamos atravesando en España, me dirán que es una utopía, pero no es así. Aunque haya que ir a Cáritas, o pedir ayuda allí donde puedan dárnosla, siempre hay que ver la parte positiva, y es tener donde pedir y recibir ayuda.
 
Cuando una pareja se rompe, el que se queda, parece que todo se derrumba a su alrededor, porque la han, o lo han dejado por otra/otro. Sin embargo cuando pasa un poco de tiempo y es capaz de reflexionar, es muy posible que agradezca el que se haya ido, porque esa pareja no merecía la pena, y a partir de ahí, se dará cuenta de que puede ser feliz, el/ella, solo/a.
 
Como digo al principio, también cuando se va un ser querido, y en este apartado lo saben las madres/padres que han perdido a un hijo/a, porque es el dolor más grande. Y sin embargo los que tiene la capacidad de darse cuenta, del tiempo que han vivido y han disfrutado de ese hijo/a, sienten en su interior esa felicidad. Sabiendo que es hijo/a ha finalizado su vida en la tierra.
 
Cuando yo perdír a mi madre, yo sabía que ella ya había vivido su vida, y le tocaba marcharse, pero no quería, porque para mi era mi mejor amiga. A ella le contaba todo lo que me pasaba día a día. Sin embargo confieso que me dejó una gran paz, y que a día de hoy esa paz sigue conmigo.

Con relación a mi padre, abandonó el mundo de los vivos con 93 años, de los cuales aproximadamente dos años, los vivió sin saber quien era, ya que padecía la enfermedad de Alzheimer. Una enfermedad que como sabemos anula al individuo, pero aún así, yo hacía que mi padre estuviese alegre dentro de su olvido, y yo disfrutaba  recordando todos los momentos vividos, en épocas pasadas. Es decir, él era feliz y yo también. Y hoy cuando los recuerdo, me invade esa felicidad.
 
Tengo también un caso muy cercano, y es una prima hermana mía, que está luchando con un cáncer, y cuando hablo por teléfono con ella, me transmite una alegría, una  positividad, que nos reímos y nos decimos, "hay que luchar hasta el final". Y os prometo que mi prima es feliz, con sus momentos de bajón.
 
Estoy convencida, de que habría que poner una asignatura, en los colegios, en los institutos, en las universidades, y en cualquier centro en donde se imparta enseñanza, con unos profesionales preparados, en la cual ensañaran a ser felices en cualquier momento, edad, circunstancia, etc. de la vida. Se que es difícil, pero también se que no es imposible.
 
ME HUBIESE ENCANTADO HABERME DEDICADO A ENSEÑAR A SER FELIZ, pero ya es muy tarde para mi. Eso si, lo aplico en el mundo que me rodea.
 
NO DEJEIS NUNCA DE SER FELICES. MERECE LA PENA