miércoles, 6 de diciembre de 2017

HABLANDO CONMIGO MISMA

Es muy frecuente en mi vida cotidiana, hablar conmigo misma. Se que esto a muchas personas les parecerá que mi cabeza no funciona muy bien. Os aseguro que de momento, no tengo ningún problema. Pero desde muy niña, para mi era y es muy normal estas reflexiones. Tenía una AMIGA, que aunque no entendiera de muchas de las cosas que yo le contaba, si que me escuchaba muy atentamente, ella era mi MADRE. 

Me siento una privilegiada por haber sido la persona que Dios puso en la tierra, (junto a mi padre), para darme la vida. Ambos han sido los cimientos que me han ayudado para ser como soy.

Gracias a su sacrificio, me dejaron un capital indestructible, como era su ejemplo por el respeto a los demás y adquirir conocimientos académicos (algo que ellos no tuvieron).

Con toda esa herencia, y con estos medios tecnológicos de los que hoy disponemos, no dejo de sentirme una mimada de la vida, porque así puedo plasmar mis conversaciones interiores.

Me pregunto ¿Porque  muchos católicos no quieren oír hablar de la muerte, si nos dicen que nacemos para morir?. Veo a muchas personas dándose golpe de pecho, y obviando lo que es de ley. Reconozco que no es una conversación tan bonita como la de hablar de una juerga, pero es parte de la vida y hay que tenerla en cuenta, porque nadie es eterno y además si un ser querido se va joven, es bastante jodido. 

No entiendo, como sigue siendo un tabú el hablar del sexo. ¿No hablamos de cualquier otra cosa que nos aporte placer? ¿Porque de este placer no?. En muchas ocasiones he visto como al tratar este tema, con otras personas, se sonrojaban, se avergonzaban. Para mi es un complemento más del que está dotado el ser humano, y que no hay que esconder como si fuese algo malo. Llegan las nuevas generaciones y ésto sigue igual, en reuniones de amigos este tema no se toca.

Me enfado con mis reflexiones, cuando compruebo que no he sido suficientemente inteligente, para dejar de dar importancia a cosas banales, causando enfados absurdos que a lo único que conducen es a la enemistad., 

Me siento feliz, cuando tengo la suficiente madurez para callarme (aunque lleve la razón), ante cualquier persona con la que esté dialogando e intenta imponer su criterio o su opinión, sin escuchar la mía. Todos tendemos a imponer nuestra verdad, frente a la del contrario, pero si somos capaces de aprender veremos que esto hay que eliminarlo. Me encuentro con bastante frecuencia personas que siguen en sus trece, y no dan su brazo a torcer. Son capaces de perder una amistad, antes de retroceder. Yo no soy una excepción, pero si de diez veces, me callo siete, me siento feliz y no me importa que el otro crea que soy inculta, poco preparada en el tema, etc., me da igual lo que piense, porque para mí representa SENSATED.

Pienso muy a menudo, como nos "fabricamos" una necesidad imperiosa de adquirir, de realizar, de conseguir, etc. determinadas cosas para ser felices. Cuando me paro y pienso en mi niñez, en la
cual no tenía estas comodidades de las que dispongo ahora, y era tan feliz, que me digo a mi misma "María vive el hoy y deja de pensar en el mañana".  Por supuesto que a nadie le amarga un dulce y la manera de vivir que muchos tenemos en nuestra España, bienvenida sea, pero también es verdad que no necesitamos tanta parafernalia como nos venden, para disfrutar de un bienestar muy digno.

Mis pensamientos me llevan también a cuando oigo en algún sitio, la frase de "que negro más negro", refiriéndose a alguna persona. Me pregunto ¿El humano que ha hecho ese comentario, eligió el país donde nacer, y el color de su piel?. En mi memoria no me consta el que yo eligiese, donde, como y con quien, nacer. Es muy necesario pararse a pensar lo que se va a decir, y no hacer daño.

Otra frase que suelo oír, es la de ¿Como es que está viviendo en la calle, si tiene dos carreras?. Mucho cuidado con este tema, porque dice el refrán "torres más altas han caído". Nadie estamos libres de que nos pase. Los grandes capitales, quizás se salven porque tienen muchas cosas por donde agarrarse, pero yo no lo tengo tan claro, ya que también se sabe de algunos de ellos que su casa fue la calle. De igual modo ocurre cuando no entendemos el porque alguien está en la cárcel o en la prostitución. Nadie estamos libres de nada. Se nos puede "torcer" el camino y caer en cualquiera de aquellos sitios que creemos que eso "es para los demás".

Somos muy dados a dar consejos, pero no somos dados a seguirlos. En muchos momentos una persona, no quiere que le aconsejes, ni quiere que le digas ¿Porque no hiciste esto o aquello?, lo que quiere es que la escuches, es que le des un abrazo, en resumen saber que estas ahí sin reproches.

Me doy cuenta de como muchos padres, no aceptan el que los hijos crecen y tienen su vida. Solos o con pareja, forman su propia familia. Como se enfrentan suegras y nueras o yernos, por intentar imponer las directrices de la casa materna. Hay que dejar que ellos empiecen a caminar por si solos, como nos han dejado a nosotros.

En muchos momentos el ser humano somos muy negativos, y vemos maldad donde no la hay. Es cierto que en este mundo llamado Tierra, hay muchas personas con mentes retorcidas y disfrutando haciendo el mal, pero hay muchos más seres humanos con muy buenos corazones, y con ganas de que este planeta siga girando con AMOR.

Os he abierto parte de mis conversaciones conmigo misma. Hay muchos más temas que me preocupan bastante.

Otro día más. Mientras tanto intentemos dar fuerza a quienes no la tienen. También pedirla, si nos falta, porque seguro que a tu lado alguien te puede ayudar.

SOY FELIZ