viernes, 29 de febrero de 2008

PERSONAS ESPECIALES

Hace algún tiempo que quería escribir acerca de las personas que se van cruzando en mi vida, y que son para mí un poco especiales. ¿Porque son especiales?, no es porque sean atractivos/as (cosa que algunos/as si que lo son), no es porque sean más o menos altos/as (que también alguno/a lo son). No, nada de esto me importa. Es porque tienen una riqueza interna, y el estar conversando con ellos/as, hace que yo siga aprendiendo.

En muchas ocasiones oigo decir "fulano o mengano, está contento porque está con personas de su misma edad". Esto es cierto, porque todos a lo largo de nuestra vida, hemos experimentado que, con las personas de nuestra edad, de nuestra forma de pensar tanto a nivel político como religioso, o de nuestro entorno social, la convivencia o el entendimiento es más fluido. Pero aunque os parezca orgullosa, yo nunca he compartido del todo estos cánones, ¿Porque?, pues muy sencillo, porque si quieres seguir creciendo internamente como ser humano, tienes que abrir tu mente y escuchar otras opiniones, y otra forma de ver las cosas, y que no siempre sea de acuerdo a lo que tu piensas, que es lo mismo que opina de una forma global, el cículo en el que estás inmerso.

Como digo, el mayor número de horas de tu vida, lo compartes con personas de tu misma generación, y no por nada especial, simplemente porque la vida terrenal es así. Sin embargo, como disponemos de muchas horas más, debemos de compartirlo con personas de otras generaciones, porque es tremendamente enriquecedor.

Como ya soy bastante mayor, pues es dificil que me encuentre en los cículos donde me desenvuelvo, con personas más mayores que yo, aunque las hay, pero muy pocas. Y lo que si me encuentro, es con hombres y mujers que perfectamente pueden ser mis hijos, y que yo les llamo PERSONAS ESPECIALES.

A estas personas especiales, yo les tengo un gran cariño. Y con algunas de ellos/as, está surguiendo una amistad, que ójala sea para muchos años, pero que si no es así, no pasa nada, hay que disfrutarla mientras exista.

Me considero una persona muy directa, que no se si es bueno o malo. En muchas ocasiones no gustamos las personas que somos así, ¡Pero que le voy hacer!, nací así, y no se ser de otra manera. Y lo que tengo muy claro, esque a mi si me gustan las personas directas.

Por esta manera de ser que tengo, siempre les pregunto a mis especiales, por su cosas directamente, y he comprobado que en más de una ocasión, se han quedado pensando si me cuentan sus cosas, o me dicen "no te importa", contestación que me parece totalmente correcta, pues están en su perfecto derecho, y yo se que me arriesgo a ello, pero no me importa.

Lo que yo quiero es que, las personas no estén tristes. Que no se encuentren solas. Que sepan que su preocupación o su problema, no se va, ni se arregla, porque me lo cuenten, pero si que se hace más llevadero. Es como si la carga fuese más ligera. Y desde luego si puedo ayudarles, les ayudo.

El conversar con ellos/as, a mi me hace sentirme más joven por dentro. Me están enseñando. Es como si estuviese en la universidad. Me hacen crecer espiritualmente. Y lo más importante me dan paz.

Entre los especiales, hay una mujer, con una gran fuerza interna y externa. Con unos valores espirituales, inmensos. A su lado nadie se encuentra extraño, ni triste, porque ella es como un cascabel. Es tremendamente humana, y es tremendamente justa. Que nadie vaya pensando que puede abusar de su amistad, porque saldrá mal herido. Es muy responsable, y muy respetuosa con la opinión de los demás. Y el llegar a tenerla como amiga, es un lujo.
Para mí, es muy entrañable las horas que nos pasamos conversando. Me siento a gusto, contándole mis intimidades. Ella está influyendo mucho, con sus enseñanzas, en esta nueva etapa de mi vida.

Hay otro especial que es hombre. Y a veces me digo "María le tienes que aburrir con tantas preguntas". Pero es que me encanta que me explique cosas de su vida laboral. De como se lleva a cabo, esos grandes proyectos. De los distintos sitios, en los que ha estado residiendo. De los temas de su vida.
Es una persona con unos ojos alegres, profundos que te miran muy directamente (como tiene que ser). Es muy responsable. Estoy segura que donde esté desarrollando su actividad profesional, sabrán valorarle su valía. A través de su mirada, yo percibo a una persona romántica, con los pies en la tierra, absorbiendo todo aquello que sea aprender, y enriquecer su persona. Y que por como se ha desarrollado su vida, también es una persona que le gusta ir a su aire.
Lo conocí a través de otro ser especial, y nunca pensé que iba a llegar a tener el pribilegio de compartir con él, una larga conversación, en la madrugada. Una hora poco común, para las personas de mi edad, pero la verdad es que me encontraba tan a gusto, que me daba igual la hora. A mi me estaba aportando vida. Y me siento muy a gusto, hablando con él.
Espero ser especial, que pongas el corazón en tu decisión, pero que no se te olvide que el cerebro, también es parte de ese todo, al que pertenece el corazón. Como sabes, uno no puede vivir sin el otro.

Tengo otros ser especial, al que aprecio mucho. Y que también espero que se convierta en amistad y por mucho tiempo.
Es entrañable. Bastante tímido. Le cuesta mucho expresar sus sentimientos. Y es normal, ya que la vida nos condiciona bastante, y en muchas ocasiones, te llevas una gran decepción, con personas que resultan ser bastante poco fiables. Pero, tiene una gran fuerza, y cuando tiene que demostrar su trabajo, se transforma. No parece la misma persona. Es muy responsable. Está pendiente de atender lo mejor posible, su trabajo.
Aunque a veces, se le vea un poco solitario, es una persona muy querida en el entorno, en el cual desarrolla su vida laboral. Sus compañeros y amigos, le tienen un gran cariño.
A mi me encanta hablar con él. Es como si hablara con ese hermano pequeño. El cual vino al mundo, cuando ya nadie lo esperba. Y al que le llevo muchos años de diferencia. Es un encanto.

Me queda algún otro ser especial, que más adelante plasmaré en mi blog, porque merece la pena hacerlo. Ahora concluyo con estos tres.


Y a los tres os digo que NO CAMBIES NUNCA. Que sepais que sois especiales para mí. Que aportais mucho a mi vida. Y que aunque la diferencia de edad es muy grande, que sepais que teneis en mi a una madre/amiga/hermana.

María

martes, 12 de febrero de 2008

¡CUANTO CONDICIONA LA EDAD!

A lo largo de mi vida y en numerosas ocasiones, yo he luchado porque las personas de mi alrdedor, o las que iba conociendo en mi día a día, se integrasen y no se sintieran descriminadas. A día de hoy sigo haciendo lo mismo. Y no reparo en la edad que tienen, porque ese detalle me da igual, siempre que tengan las ganas y la ilusión por seguir aprendiendo, por ser tolerantes y repetuosos, tanto con los más jóvenes, como con los menos jóvenes.

Cuantas veces decimos "yo no soy racista". Y no nos damos cuenta de que hay muchas formas de ser racista, no solamente está la de que admitamos a las personas con distinto color al nuestro, sino que somos racistas de muchas maneras.

Actualmente, yo me estoy encontrando con un racismo muy grande de los jóvenes, hacía los que no somos tan jóvenes. Me explico: En esta etapa de mi vida, me estoy moviendo en un ambiente de baile, como es el tango. Jamás pensé que yo iba a practicar esta modalidad de danza, al decir verdad ni esta ni otra, pués en todos mis años pasados, no se me presentó esta oportunidad. Y tengo que decir que el tango te "engancha o no te engancha", no hay medias tintas. A mi me ha enganchado, ¡Pero! señores, he llegado tarde. Tengo muchos años, y aunque llegara a bailar muy bien, cosa que por ahora está muy lejos de mi, ya no tengo la oportunidad de bailar con los masculinos entre veinticinco y cuarenta años, ya que yo soy "muy carroza", y no entro en su circulo de féminas para invitar a bailar. Y os aseguro que es triste, y que conste que yo no me puedo quejar, ya que yo voy acompañada por una persona que a pesar de tener bastantes años más que yo, baila muy bien con su estilo porteño, sin introducir muchas cosas nuevas, pero tengo que reconocer que lo hace con mucha carencia, y llevando fenomenalmente el compás. ¡Pero que pasa!, pues algo tan sencillo como que se cae en una monotonía cuando siempre se baila con la misma persona, y a las féminas nos gusta que nos inviten otros hombres a bailar, ya que se aprende mucho, porque cada uno de ellos tiene distinta forma de hacer que la mujer luzca la técnica aprendida.

Pero como digo anteriormente, yo no me puedo quejar. Lo que si me pone triste, es el ver como muchas chicas, por el hecho de tener algunos añitos, se van del baile sin que nadie les invite a bailar. Y yo reconozco que actualmente hay una serie de chicos jóvenes que a las mujeres nos gusta mucho como bailan, porque como digo los que tienen más años, no introducen cosas nuevas y estos jóvenes si lo hacen, porque son de la nueva escuela, y porque los mayores son incapaces de seguir aprendiendo, y no saben que aprender es toda la vida. Pero como en todo y esto no iba a ser una excepción, en cuanto sabes cuatro pasos, dejan de ir a clase. Yo no lo entiendo.

Volviendo al título de mi escrito, por primera vez me siento mal con mi edad, porque no me deja de disfrutar de algo que me emociona y me encanta, y es bailar tango. Me encantaría el que las mujeres también fuera normal invitar a bailar, como lo hace el hombre, pero eso yo lo hago con dos o tres personas, pero nada más.

Y dicho todo lo anterior, ¿No es cierto que se puede ser racista de muchas maneras?. Los jóvenes sois muy racistas con las mujeres mayores. Sin embargo el hombre mayor, si que invita a bailar a la chica joven, y ésta aunque no le guste por educación no le dice que no, y baila con él. En muy raras ocasiones una mujer rechaza la invitación de un hombre, aunque éste no baile bien, o no le guste por algún otro tema.

Aunque se que mis escrito no los leen ni jóvenes ni viejos, pero si por casualidad lo leeis alguno, y si estais a tiempo, dejar de ser racistas, porque tener en cuenta que conforme actuéis ahora vosotros, así actuarán cuando seais mayores con vosotros. Y que teneis mucha suerte de ser jóvenes y poder saborear el placer de bailar, yo como siempre he llegado tarde a todo, a estudiar, a bailar, etc. y hacer tantas cosas que me hubiese gustado hacer. ¡Pero!, no por eso me voy a poner triste, nada de nada, ya que la vida no es solamente bailar, hay muchísimas cosas más con las que ser feliz. Y he vivido muchos años sin el tango, por tanto cuando no me encuentre cómoda, dejo de ir y en paz.

Por cierto, se me olvidaba otro apartado muy importante, y es el de aquellos jóvenes que cuando empiezan a bailar, son encantadores y no solamente porque entonces si que bailan con las mujeres mayores, sino porque son sencillos y agradables, ¡Pero! cuando ya se saben deslizar un poco mejor por la pista, se olvidan de las féminas mayores, solamente se acuerdan de ellas, cuando van a abrir una milonga, y lo más triste se cogen un ego tan grande, que resultan simplemente imbéciles., y si antes te saludaban, ahora ni te conocen. POBRES HUMANOS, NO SE DAN CUENTA DE QUE LOS AÑOS TAMBIÉN PASAN PARA ELLOS.