viernes, 13 de septiembre de 2013

¿QUE HEMOS HECHO MAL?

Me pregunto muchas veces que hemos hecho mal, en la educación de nuestros hijos. Y la verdad es que al escribir sobre este tema, debo de reconocer que como madre, no me encuentro en esta encrucijada. He sido  y soy una privilegiada,  de que mis hijos han sabido encauzar sus vidas, y también les acompaña la suerte, porque se defienden con sus trabajos. Pero a mi alrededor tengo padres que sus hijos están en casa, sin trabajo y sin saber que hacer con ellos.
 
Nunca quiso mi madre que me fuese de mi pueblo, El Provencio, en Castilla la Mancha (Cuenca). Pero como fue una persona consciente de que en aquellos años, no había trabajo alguno allí, ella se sacrificó de no tener a su hija, en mi beneficio. Es cierto que mi emigración fue cercana. Primero a Ibiza a trabajar en un hotel, y allí me inicié en taquigrafía y mecanografía, así como un poco en el idioma francés. Posteriormente y con ayuda de mis padres, me trasladé a Madrid, a trabajar en una empresa privada de fabricación de trenes, y allí he estado durante cuarenta y un año, o sea hasta mi jubilación.
 
Compaginé trabajo con estudios, no me quedaba otro remedio si quería seguir aprendiendo. Fue bastante duro, porque salía de casa a las siete de la mañana y regresaba a las once de la noche. Pero era lo que había, y tengo que decir que fue una etapa de mi vida muy bonita.
 
Lo que si he tenido siempre en mi mente, es que si no encontraba trabajo en mi país, España, me hubiese ido a cualquier otro.
 
Es cierto que el desconocimiento del idioma, da respeto, pero eso no debe de ser un obstáculo. Una vez conviviendo día a día, con sus habitantes, te vas familiarizando, y por supuesto que acabas hablando su lengua, por muy difícil que sea.
 
Un gran porcentaje de nuestra juventud, se están acomodando a que se lo den todo hecho en casa, o se aferran al aquí, y les asusta el tener que salir de nuestras fronteras.
 
Chicos y chicas, no pasa nada si os tenéis que ir a desarrollar vuestra vida laboral a otro país. Es cierto que a todos o casi todos los seres humanos, nos gustan las costumbres de donde nos hemos criado, pero cultura es conocer otros medios de vida.
 
El estar lejos de España, hace que la valoremos más, y lo digo por mis viajes esporádicos al extranjero. Yo he reconocido que las críticas que hacía a la ciudad donde vivo, no se las merece, ya que fuera dejan mucho que desear o carecen de lo que yo aquí tengo.
 
Cuando estamos fuera, siempre añoramos nuestras comidas, nuestro ir de "cañas", nuestras tapitas, etc. pero debemos de ser positivos y ver que encontramos otras formas de vivir, y eso nos sirve para enriquecernos.
 
Volviendo a mis hijos, tengo que decir que concretamente mi hija, vivió casi tres años en otro país, de ahí mis viajes. Y en cuanto a mi hijo, en un periodo que estuvo en paro, también tenía ya decidido a donde se iba a trabajar, aunque no le hizo falta porque encontró aquí. Pero ninguno de ellos descartan el cruzar la frontera, si es necesario.
 
Como madre me encantaría que no se fuesen, pero también tengo muy claro que mis hijos no son de mi propiedad. Me los han dejado ¿QUIEN? para que los forme como personas, y para que les ayude a volar, al igual que hicieron mis padres conmigo.
 
Es cierto que los sucesivos gobiernos de nuestro país, tienen la obligación  de velar por todos los españoles, pero como venimos comprobando, hay un porcentaje bastante importante que lo único que les preocupa es aprovecharse del puesto que ocupan. Me da igual la derecha que la izquierda, en ningún bando devuelven lo que se han llevado.
 
Y visto lo visto, hombres y mujeres del futuro, no os quedéis esperando la sopa boba, y marcharos  donde podáis desarrollaros como personas. No tengáis miedo, porque siempre que llevéis la buena fe con vosotros encontrareis lo mismo.
 
PADRES Y MADRES, TENED EN CUENTA, LO DE QUE LOS HIJOS NO NOS PERTENECEN. ES UN PRESTAMO. Y ES NUESTRO DEBER EL DEJARLES QUE FORMEN SU PROPIA FAMILIA, COMO HICIMOS NOSOTROS.

No hay comentarios: